autres citations :
 
   
  Almudena Grandes :
  extrait de "Malena es un nombre de tango"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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- Durante mucho tiempo conservé la sensación de haber nacido por error

- Nunca es justo nacer feo, porque antes o después alguien te obliga a pagar por tus defectos, y la fealdad es una de las taras más injustas, y la más difícil de ocultar al mismo tiempo, pero esta desgracia, cuya intensidad se modifica como la piel del camaleón al contacto con el ambiente, puede llegar a ser una tragedia si quien la padece está rodeado de gente guapa.

- Se levantó con brusquedad y se volvió para mirarme, y en aquel instante comprendí con una aterradora precisión que hasta entonces mi vida no había sido otra cosa que su ausencia.

- He vivido casi medio siglo, he pasado por tragos mucho peores, y he aprendido que sólo cuentan dos cosas. Una, y esto es lo más importante -se inclinó hacia delante y tomó mis manos para apretarlas entre las suyas-, que nadie te va a poder quitar en tu vida lo que has bailado ya. Y dos, que a pesar de las apariencias, no pasa nada. Nadie mata a nadie, nadie se suicida, nadie se muere de pena, y nadie llora más de tres días seguidos. A las dos semanas todos vuelven a engordar y a comer con apetito, te lo digo en serio. Si no fuera así, la vida se habría extinguido en este planeta hace varios milenios.

- ...le rogaba que me hablara, que me tocara, que me mirara, que volviera a ser como había sido antes, como había sido siempre, risueño y melancólico a la vez, brusco y divertido, profundo.

- He vivido sin ganas un montón de años, me he levantado de la cama miles de mañanas y he vuelto a ella miles de noches sin esperar nada, sabiendo que el presente estaba hueco, y el futuro igual de vacío, que sólo podría trabajar, comer, digerir y dormir, siempre lo mismo, hasta el día de mi muerte, y sin embargo... Ahora que me estoy haciedo vieja, me doy cuenta de que, si perdí a Jaime, fue porque lo tuve, y creo que no cambiaría mi vida por la de nadie. Creo que, si cambiara, volvería a perder.

- Luego alcancé a comprender que el tiempo nunca se gana, y que nunca se pierde, que la vida se gasta, simplemente.

- Ahora, cuando conozco a un tipo maduro, sólo me fío de dos detalles -que lleve la calvicie con serenidad, sin hacerse la raya encima de la oreja, y que sea capaz de andar airosamente por la calle con una mujer más alta que él- para discernir si es un hombre de verdad. - ¿quieres venirte a vivir aquí?, preguntó, pero yo le contesté con otra pregunta, ¿es que no podemos follar como amigos?

- Yo le escuchaba, y apenas le contaba casi nada a cambio, porque rara vez me parecía que las cosas que pasan durante un día corriente fueran dignas de ser contadas. - Convertirme en madre me parecía dar un paso de gigante hacia la madurez, volverme mucho más vieja de repente, y aquella metamorfosis me inquietaba, porque desde entonces y para siempre, en la misma casa donde yo viviera, habría alguien mucho más joven que yo, con mucho mas futuro por delante.

- La maldición es el sexo, Malena -dijo, muy despacio-. No existe otra cosa, nunca ha existido y nunca existirá.

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